martes, 19 de febrero de 2008

'Cafés con piernas'

Qué tal compillas, curioseando en la página de mural.com me encontré con esta nota, la cual habla sobre un nuevo concepto de cafetería creado en Chile, país natal de nuestro buen amigo Iván, donde está teniendo mucho éxito.
Realmente me pareció un negocio muy interesante; podríamos copiar esta idea y ver si funciona en Guadalajara, ¿no creen? Les quedo a deber las fotos, ya que mural también me las quedó a deber a mí.
Cada vez son más populares en Santiago de Chile los llamados "cafés con piernas", negocios atendidos por mujeres con poca ropa y bellos cuerpos
Grupo Reforma/AFP Santiago, Chile (19 febrero 2008).- En pleno centro de Santiago, a unos pasos de los tradicionales edificios públicos y paseos peatonales, se avistan pequeños locales de vidrios oscuros que impiden observar lo que pasa en su interior: son los "café con piernas", atendidos por camareras ligeras de ropa y sueltas de lengua con cuerpos cada vez más esculturales.
"Ali Baba", "Cake" o "Bubalu" son algunos de los nombres que cuelgan desde el exterior de los pequeños locales -unos 200 en todo el centro de Santiago- con brillantes letras de neón, que podrían hacerlos confundir con un "night club".
Fabiola es ecuatoriana, de raza negra y con un cuerpo escultural que puede apreciarse sin dificultades gracias a un micro-bikini blanco que brilla con la única luz fluorescente del pequeño local de apenas 20 metros cuadrados.
Fabiola sirve café en el 'Ali Babá' mientras conversa con tres o cuatro hombres a la vez, aunque no al mismo tiempo. Cada uno espera su turno paciente, con un café en la mano y sin perder detalle visual de las camareras.
Adentro, el ambiente oscuro simula la noche aunque en realidad es una tarde o mañana cualquiera, porque los "café con piernas" cierran en cuanto comienza a anochecer.
A sus barras llegan todo tipo de clientes: ejecutivos y empleados, gente con corbatas y camisetas, zapatos y zapatillas, como también algún turista curioso, intrigado por conocer una de las mayores atracciones turísticas de Santiago.
En su interior se sirve sólo café. Nada de alcohol ni comida, aunque muchos clientes encuentran en ellos un servicio adicional: mientras toman café, las chicas ligeras de ropa se inclinan desde sus elevados tacones para charlar distendidamente con ellos de cualquier tema. Ninguno trata de tocarlas.
No es usual que en estos locales se ejerza la prostitución, aunque se dan algunos casos aislados y no explícitos de clientes que pagan a las chicas por favores sexuales, según testimonios de jóvenes que prefirieron no dar su nombre.
"Muchos hombres vienen acá para tener alguien con quien hablar, a quien contarle sus cosas", comenta José, mientras bebe un café en el 'Cake'.
Desde hace un par de años, el bisturí parece ser el mejor aliado del negocio, con camareras que lucen cada vez más voluptuosas, gracias a implantes de senos y liposucciones, pagadas en la mayoría de las veces por los propios dueños de los cafés.
"Antes las chicas eran mas naturales y eran puras chilenas. Los jefes para atraer más gente empezaron a traer extranjeras y además las comenzaron a 'enchular' con operaciones de senos, glúteos o liposucciones", cuenta Juan Araya, empresario que frecuenta el 'Ali Baba' desde hace cinco años.
Las operaciones estéticas, principalmente las mamoplastías, son pagadas casi todas las veces por los propios dueños de los café, quienes luego descuentan mensualmente su pago a sus empleadas, en un singular convenio en el que, según las chicas, todos salen beneficiados.
Quien se niegue a operar simplemente queda fuera del negocio, que genera jugosos dividendos para las camareras, que pueden llegar a recibir un sueldo mensual de unos mil 500 dólares, incluyendo el salario y las propinas de los clientes.
"La única manera que él te contrate sería con una condición: Que te 'enchules' entera", le recomienda Mónica, que trabaja en el 'Bubalu', a su amiga Cecilia, que sin implantes busca infructuosamente conseguir un empleo en el cada vez más especializado negocio de los 'café con piernas' de Santiago.